En una sesión marcada por la tensión y las protestas dentro del pleno, el Congreso del Estado de Guanajuato rechazó este jueves la propuesta para despenalizar el aborto, decisión que desató inconformidad entre colectivos feministas y legisladores de oposición.
Tras casi tres horas de debate, la votación final puso fin —al menos por ahora— a una iniciativa que había dividido a los legisladores. La semana anterior, el dictamen había quedado en empate, lo que obligó a postergar la resolución hasta este jueves.
El punto más controversial fue el cambio de voto de la diputada Luz Itzel Mendo, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien pasó de respaldar la despenalización a rechazarla. Su decisión generó una fuerte reacción entre activistas presentes en la galería, que la acusaron de “traidora” en medio de gritos de protesta.
“Lo hago con la frente en alto, no soy ninguna vendida”, respondió Mendo. “Cambiar de opinión no es traicionar a nadie, es escuchar, es tomar responsabilidad”, argumentó, al explicar que se opone a que el aborto sea una política pública que obligue al gobierno estatal a practicarlo.
Desde la bancada de Movimiento Ciudadano, la diputada Sandra Alicia Pedroza criticó con dureza la resolución del Congreso y anunció que solicitarán una alerta de género, al considerar que la decisión contraviene los derechos de las mujeres guanajuatenses.
“Aquí no acaba nada, aquí empieza todo”, expresó Pedroza al finalizar la sesión, advirtiendo que continuarán impulsando la lucha por los derechos sexuales y reproductivos.
La negativa del Congreso ocurre en un contexto nacional en el que varios estados han avanzado hacia la despenalización del aborto, en línea con los criterios establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en 2021 declaró inconstitucional criminalizar el aborto de forma absoluta.
Con este fallo, Guanajuato se mantiene entre los estados con legislaciones más restrictivas en materia de derechos reproductivos, generando preocupación entre organizaciones civiles por el posible aumento de abortos clandestinos y la criminalización de mujeres.
La sesión terminó entre consignas feministas y una creciente polarización política en torno a un tema que, lejos de cerrarse, promete seguir siendo punto de confrontación en la agenda pública del estado.