El cambio climático está cobrando una factura devastadora en los arrecifes de coral de todo el mundo, con la Gran Barrera de Coral australiana enfrentando su mayor amenaza en siglos. Un estudio reciente, realizado por científicos de diversas universidades de Australia, ha revelado que la temperatura del agua en la Gran Barrera de Coral y sus alrededores ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos 400 años, poniendo en peligro el mayor ecosistema vivo del planeta.
La Gran Barrera de Coral, que se extiende a lo largo de unos 2,400 kilómetros frente a las costas del estado de Queensland, es un bastión de biodiversidad marina y una fuente crucial de protección costera e ingresos turísticos. Sin embargo, desde 2016, el arrecife ha sufrido cinco veranos de blanqueamiento masivo, un fenómeno donde los corales pierden su color debido al estrés térmico, lo que aumenta significativamente su riesgo de muerte.
El estudio, que combinó datos históricos de corales, barcos y satélites, muestra que las temperaturas oceánicas, que se mantuvieron estables durante siglos, comenzaron a aumentar de manera alarmante a partir de 1900, coincidiendo con el aumento de la influencia humana en el clima. Entre 1960 y 2024, los investigadores observaron un aumento promedio de 0,12 °C por década en las temperaturas del océano durante los meses de verano austral (enero a marzo).
Benjamin Henley, académico de la Universidad de Melbourne y coautor del estudio, expresó su profunda preocupación: «El mundo está perdiendo uno de sus iconos. Es una tragedia absoluta y es difícil entender cómo puede ocurrir durante nuestra vida. Es muy, muy triste».
Además de la Gran Barrera de Coral, al menos 54 países y regiones han reportado blanqueamiento masivo de sus arrecifes desde febrero de 2023, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Este fenómeno global amenaza no solo la biodiversidad marina, sino también las economías locales que dependen del turismo y la pesca asociados a los arrecifes.
A pesar de la gravedad de la situación, la Gran Barrera de Coral no figura actualmente en la lista de sitios del patrimonio mundial en peligro de la UNESCO, aunque la ONU ha recomendado su inclusión. Australia ha luchado durante años para mantener el arrecife fuera de esta lista, temiendo que su inclusión podría perjudicar el turismo, un sector que aporta 6,400 millones de dólares australianos anuales a la economía.
La situación de la Gran Barrera de Coral es un claro recordatorio de los efectos devastadores del cambio climático y la urgente necesidad de tomar medidas globales para proteger estos valiosos ecosistemas antes de que sea demasiado tarde.