Redacción
Vaticano.- En un encuentro histórico, el papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, protagonizaron un emotivo saludo y abrazo tras la canonización de la primera santa argentina en la basílica de San Pedro del Vaticano. Este gesto marcó el fin de un tiempo electoral en el que el mandatario había descalificado al pontífice, calificándolo incluso como «representante del maligno en la Tierra».
La eucaristía, que tuvo lugar en la basílica de San Pedro, fue seguida por un encuentro entre el pontífice y el político, quien había estado siguiendo la misa desde la primera fila. Tras la ceremonia, Milei estrechó la mano del papa y lo abrazó, compartiendo risas durante unos instantes.
En su homilía, el papa Francisco abordó temas de marginación y exclusión, llamando a la solidaridad y al amor hacia los más necesitados. Destacó la importancia de tocar las vidas de aquellos que sufren y de no reducir el mundo a nuestros propios intereses egoístas.
La canonización de la laica consagrada María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida como «Mama Antula», fue el punto culminante de la ceremonia. El pontífice reconoció su labor social y religiosa en el siglo XVIII, así como su contribución al legado de la Compañía de Jesús.
El encuentro entre el papa Francisco y Javier Milei había generado expectación debido a las críticas del político durante la campaña electoral. Sin embargo, tras su llegada al poder, Milei ha expresado su voluntad de mantener un diálogo constructivo con el pontífice, a quien ahora reconoce como «el argentino más importante de la historia».
El mandatario argentino llegó a Roma acompañado por varios funcionarios de su gobierno, y su agenda incluye una audiencia privada con el papa Francisco en el Palacio Apostólico. Entre los temas a tratar se encuentra la posibilidad de un viaje del pontífice a Argentina, algo que no ha sucedido desde su elección en 2013.
Aunque Milei se encuentra en Roma, su atención sigue puesta en Argentina, especialmente después del revés sufrido por su proyecto de ley económica en la Cámara de Diputados. Sin embargo, su encuentro con el papa marca un hito en la relación entre la Iglesia y el gobierno argentino, y podría abrir nuevas posibilidades de diálogo y colaboración en el futuro.