La presidenta Claudia Sheinbaum celebró este lunes la reducción del impuesto a las remesas en Estados Unidos, aprobado por el Senado de ese país, y anunció un programa de reembolso para los migrantes mexicanos que envían dinero en efectivo a sus familias.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que el impuesto se aplicará únicamente a los envíos en efectivo, que representan apenas el 0.9 % del total de las remesas, mientras que el 99 % restante —realizado por medios electrónicos— seguirá exento del gravamen.
“Para aquellos que envían en efectivo, anunciaremos un programa especial a través de la Tarjeta Paisano de Finabien para poderles reembolsar ese 1 por ciento”, detalló la mandataria desde Palacio Nacional.
La presidenta calificó esta reducción como un logro colectivo de la comunidad migrante: “Es un triunfo de las paisanas y los paisanos que enviaron cartas a sus senadores, sobre todo si tienen doble nacionalidad. Es una muestra de que la protesta pacífica, bien organizada, tiene resultados concretos”.
La iniciativa original, impulsada por legisladores republicanos como parte del plan presupuestal del expresidente Donald Trump, contemplaba un impuesto del 3.5 %. Sin embargo, ante la presión de la comunidad mexicana en EE.UU. y del propio gobierno mexicano, la medida fue modificada y finalmente aprobada con un recorte al 1 %.
El secretario de Hacienda, Édgar Amador, había advertido que dicha propuesta violaba un acuerdo de 1994 entre ambos países, el cual prohíbe la doble tributación. La reducción del impuesto y la exención a las transferencias electrónicas fueron bien recibidas por las autoridades mexicanas, aunque persisten críticas al enfoque discriminatorio de la medida original.
La reforma entrará en vigor el 31 de diciembre de 2025, y se estima que podría aumentar el déficit fiscal estadounidense en cerca de 3.3 billones de dólares entre 2025 y 2034, de acuerdo con proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
En 2024, México recibió un récord de 64 mil 745 millones de dólares en remesas, provenientes en un 96.6 % de Estados Unidos, consolidando 11 años consecutivos de crecimiento. Ante este panorama, el posible impacto de impuestos a los envíos había encendido alertas tanto entre expertos financieros como en los hogares que dependen de estos recursos.
Con esta acción, el gobierno mexicano busca proteger el poder adquisitivo de millones de familias y reafirma su respaldo a los migrantes que, según Sheinbaum, “son parte esencial del corazón económico y cultural del país”.