Redacción
México.- Un equipo de físicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Chicago State University se encuentra realizando investigaciones en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el sur de México, con el objetivo de descubrir una pirámide secreta dentro del famoso Castillo de Kukulcán.
El proyecto, liderado por el investigador del Instituto de Física de la UNAM, Arturo Alejandro Menchaca Rocha, y creado por Edmundo García-Solís de Chicago State University, utiliza muones, subpartículas generadas por rayos cósmicos, para obtener una imagen del patrón de densidad interno de la subestructura del Castillo.
Según Menchaca Rocha, esta técnica es similar a una radiografía y podría revelar la existencia de una pirámide más pequeña debajo de la subestructura descubierta en 1931. Actualmente, se están construyendo partes del detector en Estados Unidos y los soportes necesarios en la UNAM para llevar a cabo la exploración.
El objetivo principal del proyecto es determinar si la tumba de Kukulcán-Quetzalcóatl se encuentra dentro de la pirámide buscada. Aunque Menchaca Rocha no especula sobre los resultados, menciona que cualquier hallazgo será valioso para la investigación arqueológica.
El arqueólogo Francisco Pérez Ruiz, director del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), señaló que el proyecto podría revelar cámaras ocultas debajo de la subestructura del Castillo, que fue designado como una de las nuevas maravillas del mundo en 2007.
Se cree que el interior del Castillo de Kukulcán podría ser similar a la pirámide de «Las Inscripciones» en Palenque, donde se encontró la tumba de Pakal. Pérez Ruiz destacó que, con la tecnología de muones, se podrán conocer las dimensiones y forma de la segunda subestructura, así como lo que guarda en su interior.
Sin embargo, respecto a la posibilidad de encontrar la tumba de Kukulcán-Quetzalcóatl, Pérez Ruiz expresó escepticismo, argumentando que los itzáes tenían una forma diferente de enterrar a los muertos en Chichén Itzá.
El proyecto de exploración con muones en Chichén Itzá representa un avance significativo en la investigación arqueológica, ofreciendo la posibilidad de desvelar secretos ocultos en una de las estructuras más emblemáticas de la civilización maya.