Redacción
México.- Desde diciembre de 2018, el gobierno federal se ha propuesto brindar atención médica y medicamentos gratuitos a todas las personas sin acceso a la seguridad social en México. Sin embargo, la implementación de este programa, conocido como IMSS-Bienestar, ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos años.
Uno de los principales desafíos ha sido la reorientación de la estrategia de salud y la transferencia de servicios a IMSS-Bienestar, especialmente en estados con rezagos históricos en infraestructura, personal de salud y sistemas informáticos. Aunque se ha asignado un presupuesto considerable para garantizar la gratuidad de los servicios y la entrega de medicinas, la falta de infraestructura y personal específico ha dificultado la provisión de medicamentos en algunos casos.
En estados como Nayarit, Tlaxcala, Colima y Sonora, se han realizado esfuerzos para mejorar la infraestructura y reforzar la plantilla laboral, pero persisten desafíos en el acceso a la atención médica y la disponibilidad de medicamentos. Aunque se han reportado avances en la gratuidad de los servicios y la mejora de las instalaciones médicas, los pacientes aún enfrentan largas esperas para consultas y deficiencias en la calidad de la atención.
En algunas entidades, como Colima, se han documentado problemas graves en la atención médica, incluyendo casos de fallecimiento por falta de tratamiento. A pesar de las inversiones en infraestructura, persisten deficiencias en el abastecimiento de medicamentos y en la disponibilidad de equipos médicos.
En general, el proceso de implementación del programa IMSS-Bienestar ha enfrentado desafíos significativos en todo el país, especialmente en zonas rurales donde las carencias en servicios de salud son más acuciantes. A pesar de los avances realizados, aún queda trabajo por hacer para garantizar el acceso equitativo a la atención médica y los medicamentos en todo México.