Cinemex Holdings USA, filial estadounidense de la cadena mexicana Cinemex y propiedad del magnate Germán Larrea Mota-Velasco, se declaró en quiebra por segunda vez en menos de cinco años, afectada por la caída en ingresos desde la pandemia de Covid-19 y el creciente dominio de las plataformas de streaming.
La compañía CMX Cinemas, operadora de Cinemex en Estados Unidos, presentó la solicitud de bancarrota ante una corte del Distrito Sur de Florida, reportando activos estimados entre 100 mil y 500 mil dólares, y pasivos por alrededor de 50 mil dólares, según documentos oficiales.
Cinemex Holdings USA ya había enfrentado un proceso similar en 2020, cuando su deuda superaba los 100 millones de dólares. A pesar de reestructuraciones previas, el cambio en los hábitos de consumo del público y la lenta recuperación de la taquilla tras el confinamiento volvieron insostenible su operación actual.
El portal especializado Bloomberg News informó que la cadena, con sede en Miami, considera cerrar algunos de sus 28 locales, que incluyen salas IMAX, o vender parte de sus activos como medida de contención.
De los cines al colapso financiero
Cinemex Holdings USA nació en 2016 como la apuesta de Grupo México, conglomerado encabezado por Larrea, para incursionar en el mercado cinematográfico estadounidense. Sin embargo, ni la experiencia acumulada en México ni las inversiones millonarias han podido sostener el negocio frente a la transformación del sector.
La caída en espectadores ha sido particularmente pronunciada entre 2021 y 2024, años marcados por una fuerte competencia del streaming y una lenta reapertura del entretenimiento presencial. A pesar de los intentos por atraer público con innovaciones tecnológicas y salas premium, la operación ha resultado inviable.
Un magnate en la mira
Germán Larrea, conocido por su bajo perfil y apodado “el Rey del cobre”, es uno de los empresarios más poderosos de México. Controla Grupo México, un emporio con intereses en minería, transporte ferroviario y entretenimiento. Sin embargo, su figura ha estado envuelta en controversias ambientales, laborales y políticas.
En años recientes, ha sido señalado por negligencias ecológicas, como el derrame tóxico en el río Sonora, y ha enfrentado fricciones con el gobierno federal por la expropiación parcial de Ferrosur, así como por la cancelación de su participación en el Tramo 5 del Tren Maya. También protagonizó una intensa pero fallida negociación para comprar Citibanamex.
Pese a su fortuna –estimada en 26,600 millones de dólares por Forbes en 2023–, Larrea evita la exposición pública. Su estilo discreto contrasta con el tamaño de sus negocios y las implicaciones sociales y ambientales de sus operaciones.
Mientras tanto, el futuro de Cinemex Holdings USA pende de un hilo. La empresa busca sobrevivir en un mercado que ha cambiado radicalmente, y en el que, incluso para los gigantes del entretenimiento, no hay garantías de permanencia.