En una medida sin precedentes a nivel mundial, el gobierno de Dinamarca presentó una iniciativa de ley que otorgará a todos sus ciudadanos derechos de autor sobre su propia imagen corporal, facial y su voz, con el objetivo de frenar el uso no autorizado de tecnologías como los deepfakes.
La propuesta, impulsada por el Ministerio de Cultura danés, permitiría a cualquier persona exigir el retiro de contenido —real o generado por inteligencia artificial— que reproduzca su imagen sin consentimiento. La ley, que ya cuenta con el respaldo mayoritario del Parlamento, busca proteger la identidad digital de los individuos frente al creciente uso de tecnologías de clonación y manipulación visual y sonora.
“Ya es hora de crear una protección contra la propagación de desinformación y, al mismo tiempo, enviar una señal clara a los gigantes tecnológicos”, afirmó Jakob Engel-Schmidt, titular de la cartera cultural, en declaraciones recogidas por Euronews.
En entrevista con The Guardian, Engel-Schmidt recalcó que esta legislación representa un reconocimiento del derecho de cada persona “a su propio cuerpo, su propia voz y sus propios rasgos faciales”, elementos que actualmente no están adecuadamente resguardados por la legislación vigente.
La normativa se presenta justo cuando Dinamarca asume la presidencia de turno de la Unión Europea, y se perfila como una propuesta modelo para el bloque comunitario. Según The New York Times, sus impulsores aspiran a que sirva de base para una legislación paneuropea sobre el uso ético de tecnologías generativas.
A diferencia de otras naciones como Estados Unidos o Corea del Sur, cuyas leyes se centran en restringir el uso de deepfakes en ámbitos como la pornografía o la desinformación política, la estrategia danesa es proactiva y preventiva, buscando blindar la identidad digital antes de que se cometan abusos.
De ser aprobada, Dinamarca se convertiría en el primer país del mundo en reconocer legalmente la autoría individual sobre el rostro, la voz y el cuerpo, trasladando el concepto tradicional del copyright al terreno de la identidad personal y sentando las bases para una nueva era de derechos digitales humanos.