La Fiscalía General de Florida anunció el inicio de una investigación criminal contra Roblox, una de las plataformas de videojuegos en línea más utilizadas por niños y adolescentes en todo el mundo.
En un mensaje difundido a través de su cuenta en X (antes Twitter), el fiscal general James Uthemeir señaló que Roblox se ha convertido en un “caldo de cultivo para depredadores”, al permitir que personas con intenciones delictivas tengan acceso a menores sin una supervisión adecuada.
“Roblox se aprovecha de nuestros niños mientras los expone a los daños más peligrosos, permite que abusen de ellos”, denunció Uthemeir en el video.
Según el fiscal, la empresa habría incurrido en negligencia al verificar la edad de los usuarios, así como en fallas en la moderación de contenido, lo que ha permitido la circulación de material sexualmente explícito dentro de la plataforma.
De acuerdo con los primeros informes, los presuntos depredadores habrían utilizado la moneda virtual del juego para sobornar a menores a cambio de imágenes sexuales, mientras que Roblox, presuntamente, no notificó a las autoridades sobre estos casos de victimización infantil.
Las acusaciones se suman a investigaciones previas que revelan la presencia de adultos que usan la plataforma con el único propósito de acercarse a menores.
Hasta el momento, Roblox no ha emitido ningún comunicado oficial respecto a las acusaciones ni sobre el avance de la investigación.
Roblox responde con nuevas medidas de seguridad
Cabe recordar que, a inicios de octubre, la compañía anunció una serie de actualizaciones para mejorar la seguridad en su entorno digital, incluyendo controles parentales reforzados, eliminación de contenido inapropiado y una ampliación del sistema de clasificación por edades.
Sin embargo, estas medidas han sido consideradas insuficientes por parte de autoridades y organizaciones de protección infantil, quienes advierten que la plataforma sigue siendo vulnerable ante la manipulación de adultos con fines delictivos.
La investigación en Florida podría marcar un precedente para la regulación de plataformas digitales dirigidas a menores en Estados Unidos y otros países.