Tupperware Brands, la icónica empresa de almacenamiento de alimentos con más de 75 años de historia, solicitó protecciones por bancarrota al Tribunal de Quiebras de Estados Unidos de Delaware. La compañía, conocida por sus populares recipientes herméticos de plástico, enfrenta serios desafíos para revitalizar su negocio después de varios años de caída en las ventas.
En su anuncio, realizado poco antes de la medianoche del martes, Tupperware afirmó que planea continuar operando mientras busca la aprobación del tribunal para una posible venta. Las ventas de la empresa experimentaron un breve repunte al inicio de la pandemia de la COVID-19, pero han disminuido constantemente desde 2018 debido al aumento de la competencia y a una serie de problemas financieros que la compañía, con sede en Orlando, Florida, no ha logrado superar.
Las señales de alarma en torno al futuro de Tupperware ya se habían manifestado anteriormente. El año pasado, la empresa buscó financiamiento adicional y advirtió a sus inversionistas sobre su capacidad para mantenerse en el negocio, incluso enfrentando el riesgo de ser excluida de la bolsa de Nueva York. Las acciones de Tupperware han perdido un 75% de su valor este año y, al inicio de las operaciones del miércoles, rondaban los 50 centavos de dólar.
Fundada en 1946 en Massachusetts por el químico Earl Tupper, la empresa se convirtió en un fenómeno de ventas a mediados del siglo XX con la creación de las «fiestas Tupperware», iniciadas en 1948. Este innovador modelo de negocio ofreció a muchas mujeres la oportunidad de dirigir su propio negocio desde casa, vendiendo los productos de la marca en sus círculos sociales. Gracias al éxito de este sistema, Tupperware retiró sus productos de las tiendas minoristas tres años después. Sin embargo, cambios sociales, como la disminución de las comidas preparadas en casa y el aumento de las salidas a restaurantes, afectaron sus ventas a lo largo del tiempo.
Actualmente, según diversos medios, Tupperware presenta activos valorados entre 500 millones y 1,000 millones de dólares, y pasivos que oscilan entre 1,000 y 10,000 millones de dólares. Además, la empresa cuenta con más de 700 millones de dólares en préstamos. La solicitud de protección por bancarrota es el último intento de la compañía para recuperarse en medio de las crecientes dificultades financieras y encontrar un camino viable para el futuro.