Un estudio de Unicef publicado con motivo del Día Internacional de la Niña arroja datos estremecedores: más de 370 millones de niñas y mujeres (una de cada ocho) en todo el mundo han sido violadas o agredidas sexualmente durante su infancia. Si se incluyen otras formas de violencia sexual, como el abuso verbal o en línea, la cifra asciende a 650 millones (una de cada cinco).
La mayor parte de estos abusos ocurre durante la adolescencia, con un pico significativo entre los 14 y los 17 años. Unicef subraya la importancia de realizar intervenciones específicas durante esta etapa para mitigar los efectos a largo plazo, que incluyen un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual, abuso de sustancias, aislamiento social, ansiedad, depresión y dificultades en las relaciones.
Los niños que sufren abusos sexuales tienen más probabilidades de volver a ser víctimas en el futuro, advierte el informe. Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, señaló que los menores en entornos frágiles son especialmente vulnerables, y expresó su preocupación por la violencia sexual utilizada como arma de guerra en zonas de conflicto.
A nivel regional, las áreas más afectadas son África subsahariana, con 79 millones de víctimas (22%), y Asia oriental y sudoriental, con 75 millones (8%). Europa y América del Norte registran 68 millones (14%), mientras que América Latina y el Caribe tienen 45 millones (18%).
Unicef también destaca que la violencia sexual afecta a niños y hombres. Se estima que entre 240 y 310 millones de varones han sido víctimas de abuso sexual infantil. La falta de estudios en este grupo ha llevado a Unicef a pedir más inversión en la recopilación de datos para comprender toda la magnitud de este problema.
Los efectos de la violencia sexual infantil no solo devastan a nivel personal, sino que también impactan de manera más amplia en la sociedad, prolongando ciclos de abuso y desigualdad. Unicef insta a tomar acciones urgentes para detener este flagelo y proteger a las generaciones futuras.