Este jueves, la Comisión Europea anunció la apertura de una investigación exhaustiva contra la plataforma de comercio electrónico Temu, propiedad china, para evaluar su cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales (DSA) en cuanto a la venta de productos ilegales y el diseño potencialmente adictivo de su servicio. Este procedimiento busca identificar si Temu está violando disposiciones europeas que regulan el comercio digital y protegen la salud y bienestar de los usuarios.
Entre los aspectos bajo investigación se encuentra la implementación de sistemas que Temu utiliza para controlar la venta de productos que no cumplen con las normas de la Unión Europea. El portavoz del Mercado Interior de la Comisión Europea, Thomas Regnier, destacó que se examinarán las medidas que Temu aplica para evitar la comercialización de artículos no conformes, como ciertos fármacos, productos químicos y juguetes, sin enfocarse en un tipo de producto específico, sino en la eficacia de sus mecanismos de control.
La investigación también abordará el diseño adictivo de la plataforma, en particular los sistemas de recompensas similares a juegos, los cuales podrían tener efectos adversos en el bienestar físico y mental de los usuarios. La DSA exige que las plataformas con más de 45 millones de usuarios en el continente, como es el caso de Temu con 92 millones de usuarios mensuales, revelen los parámetros principales de sus algoritmos de recomendación y ofrezcan opciones de fácil acceso sin depender de perfiles personalizados.
La Comisión Europea ha advertido que si se demuestra que Temu infringe los artículos 27, 34, 35, 38 y 40 de la DSA, la empresa podría enfrentar sanciones que alcanzarían hasta el 6 % de sus ingresos anuales globales. Bruselas subraya que esta investigación, motivada por los resultados preliminares de un informe de evaluación de riesgos de la plataforma y la información proporcionada por terceros, se llevará a cabo con carácter prioritario y podría prolongarse debido a la complejidad del caso y la cooperación de Temu.
Con esta medida, la Unión Europea continúa reforzando su marco regulatorio digital en defensa de los derechos y la seguridad de los consumidores frente a los gigantes tecnológicos.