En respuesta a la nueva propuesta de ley australiana que busca prohibir el acceso de menores de 16 años a redes sociales y plataformas digitales, Mia Garlick, directora de políticas de Meta en Australia y Nueva Zelanda, aseguró este viernes que no existe una solución tecnológica “perfecta” para proteger a los adolescentes de contenidos nocivos. Garlick explicó que, aunque Meta ha implementado controles de contenido durante años, la tecnología actual aún no es capaz de restringir completamente el acceso de menores a ciertos contenidos.
La propuesta de ley, que ya cuenta con el respaldo de todos los gobiernos regionales y será presentada ante el Parlamento australiano en las próximas semanas, pretende prohibir que adolescentes accedan a plataformas como Instagram, TikTok, Facebook, X y YouTube. La medida surge ante preocupaciones sobre la salud mental de los menores, quienes podrían ser expuestos a acoso, tendencias virales peligrosas y otros contenidos dañinos.
Garlick sugirió que las tiendas de aplicaciones también deberían participar en la implementación de restricciones, permitiendo que los dispositivos de los menores incluyan configuraciones que limiten su acceso a contenidos no apropiados. “Podría ser una solución sencilla: que en ese momento se pueda realizar la verificación de la edad”, indicó Garlick, explicando que las aplicaciones podrían ajustar sus controles de edad en función de la dirección IP del usuario.
Según el proyecto, la Comisión Australiana de Seguridad Electrónica sería la responsable de establecer normativas para que las plataformas digitales adopten “medidas razonables” en la restricción de acceso de menores. La iniciativa, sin embargo, no contempla sanciones para usuarios ni padres, ni tampoco excepciones para adolescentes que ya tengan cuentas o el consentimiento de sus progenitores.
Australia se une así a una tendencia global de regulaciones más estrictas sobre el acceso de menores a redes sociales. En países como España, la edad mínima para registrarse en una red social es de 14 años, aunque existe una propuesta para aumentarla a 16. De igual manera, en Puerto Rico y Nueva York se han adoptado medidas similares para proteger a los adolescentes en el entorno digital.