El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha implementado vuelos militares para deportar a migrantes, con un costo significativamente mayor al de vuelos comerciales o chárter utilizados previamente por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según datos oficiales, el vuelo militar que transportó a 64 migrantes a Guatemala el lunes costó al menos 4,675 dólares por persona, una cifra más de cinco veces superior a los 853 dólares de un boleto de primera clase en American Airlines desde El Paso, Texas, punto de partida del vuelo. Además, el costo operativo de los aviones de carga C-17 utilizados en la operación asciende a 28,500 dólares por hora, lo que representa un gasto considerablemente mayor que los vuelos comerciales fletados por ICE.
Trump justificó la medida como parte de su estrategia para endurecer las políticas migratorias, asegurando que los países que rechacen recibir a sus ciudadanos deportados enfrentarán consecuencias económicas. “Por primera vez en la historia, estamos localizando y cargando a extranjeros sin documentos en aviones militares y haciéndolos volar de vuelta a los lugares de donde vinieron”, afirmó el expresidente durante un evento en su club de golf en Doral, Florida.
Hasta ahora, seis vuelos militares han sido enviados a Latinoamérica, de los cuales solo cuatro han aterrizado en Guatemala. En el caso de Colombia, el gobierno se negó a recibir dos aviones C-17 de EE.UU. y en su lugar envió aeronaves propias para repatriar a sus ciudadanos, lo que generó un enfrentamiento diplomático con Washington.
Mientras tanto, el Pentágono ha evitado hacer comentarios sobre los costos de la operación, aunque la Casa Blanca ha defendido la medida como un mensaje “claro y firme” contra la migración irregular.