Casi la mitad de los adolescentes estadounidenses reporta estar en línea de manera “constante”, según un informe publicado el jueves por el Centro de Investigaciones Pew. A pesar de las preocupaciones sobre el impacto de las redes sociales y los teléfonos inteligentes en la salud mental de los jóvenes, estas plataformas siguen siendo parte integral de su vida cotidiana.
El estudio, basado en una encuesta realizada a mil 391 adolescentes de entre 13 y 17 años, identificó a YouTube como la plataforma más utilizada. El 90% de los adolescentes dijo consumir videos en el sitio, aunque esto representa una ligera baja frente al 95% registrado en 2022. Además, casi tres cuartos de los encuestados afirmaron visitar YouTube diariamente.
TikTok y Snapchat también se mantienen como favoritos, aunque con un leve descenso en popularidad. El 63% de los adolescentes reportó usar TikTok, frente al 67% del año anterior, mientras que Snapchat pasó del 59% al 55%. Según los analistas, esta disminución podría reflejar una mayor interacción en persona tras la relajación de las restricciones impuestas por la pandemia, aunque no se considera estadísticamente significativa.
Por otro lado, X (antes Twitter) mostró la caída más notable, con solo un 17% de adolescentes usándolo, en comparación con el 23% registrado en 2022, año en que Elon Musk adquirió la plataforma. En contraste, WhatsApp, el servicio de mensajería de Meta, registró un incremento, subiendo de un 17% a un 23% de usuarios adolescentes.
El informe también destacó que un pequeño, pero significativo, porcentaje de adolescentes permanece “casi constantemente” en plataformas como YouTube (15%), TikTok (16%) y Snapchat (13%). Las chicas tienen una mayor tendencia al uso intensivo de TikTok, mientras que los chicos prefieren YouTube.
Las diferencias raciales también fueron notables: aproximadamente el 25% de los adolescentes afrodescendientes e hispanos dijo usar TikTok de forma casi constante, en comparación con solo el 8% de los adolescentes caucásicos.
Este estudio pone de manifiesto la persistencia de las redes sociales como un espacio central en la vida de los adolescentes, a pesar de los llamados a mitigar su uso debido a preocupaciones sobre bienestar mental y social.